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Pocos minutos y mucho gasto calórico: descubrí el entrenamiento HIIT

Trabajo, familia, amigos, pareja, series, redes. Todo esto se disputa nuestro tiempo y nuestra energía cada día, y cada vez cuesta más hacer un espacio para la actividad física en medio de tantas actividades y requerimientos. Por eso, un sistema de entrenamiento que puede ayudarte a optimizar tu metabolismo y ponerte en forma en unos pocos minutos sin dudas es algo más que interesante.

Alta intensidad, intervalos breves

HIIT es la sigla de High Intensity Interval Training, lo que significa Entrenamientos de Intervalos de Alta Intensidad. O sea: darlo todo por lapsos breves de tiempo.

Hay diferentes protocolos o variantes de este sistema de entrenamiento. Una de ellas fue ideada en los setenta por el padre del británico Sebastian Coe, bicampeón olímpico en los Juegos de Moscú 1980 y Los Ángeles 1984, y actual presidente de World Athletics (ex IAAF).

En sus diferentes variantes, la modalidad fue usada por atletas de todo el mundo desde entonces. Su llegada al público común lleva alrededor de una década en Europa y Estados Unidos, y es todavía reciente en nuestro país.

La práctica consiste en realizar un ejercicio (por ejemplo, correr) durante un período muy breve de tiempo (algunos segundos) al máximo nivel posible, para luego descansar durante un tramo similar o un poco más extenso, y luego repetir.

Como es un entrenamiento anaeróbico, la quema de calorías se produce porque el cuerpo accede a nuestras grasas como fuente de energía para compensar el esfuerzo, ya que el oxígeno escasea.

La sesión total puede durar entre quince y treinta minutos, lo que hace que encaje sin tanta dificultad en medio de un día ajetreado. Aunque, en realidad, de algún modo el entrenamiento continúa durante todo el día, y aquí radica otra de sus ventajas: induce cambios en nuestro metabolismo, una deuda de oxígeno que provoca que la quema de grasas no se reduzca a la sesión específica, sino que continúe por entre 24 y 48 horas.

Para que ello efectivamente suceda, es clave cumplir con la intensidad que el trabajo requiere e ir al máximo en cada serie, hasta quedar extenuado. A diferencia de un entrenamiento de running, en el que la intensidad suele ser moderada y la duración más extensa, aquí las pulsaciones tienen que estar en torno del 85% de nuestro máximo.

Es una sesión breve, sí, pero eso no implica que no haya que trabajar duro.

Como sucede con el running, cuyo mercado específico creció al ritmo en que el público comprendió que necesitaba productos especialmente hechos para la actividad, poco a poco las marcas se interesan en el HIIT. Muchas personas que se vuelcan a esta modalidad de entrenamiento utilizan calzado de running, fabricado pensando en otros movimientos y exigencias. En un mercado que recién está abriéndose, pica en punta Reebok, que lanzó al mercado el modelo de zapatillas HIIT TR, con la estabilidad, el buen agarre y la amortiguación como características principales de un calzado diseñado directamente para estas sesiones de entrenamiento cortas e intensas.

Celeste Failache, ya usó las HIIT TR de Reebok y cuenta su experiencia:

“Estoy acostumbrada a trabajar mucho la musculación en circuitos y además hago HIIT y boxeo. Las nuevas zapas de Reebok lograron el balance perfecto en un calzado para este tipo de entrenamiento. De hecho, dejé de usar mis zapas de running, por falta de apoyo; y las de crossfit, porque son planas, pero muy duras”.

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