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¿Le duele? ¿Dónde?
Señale el lugar donde le duele y le indicaremos cuáles son los posibles diagnósticos, cómo tratarlo, cómo fortalecer la zona y una serie de consejos para aliviarlo. Así, volverá a los entrenamientos como nuevo.
Polinosis
Con la llegada de la primavera, los atletas se exponen a la alergia provocada por el polen.
Causa
- El contacto con el polen de las flores es, sobre todo, de gramíneas, ya que una concentración por encima de 10 granos por m³ de aire, lo que ocurre durante la primavera.
Síntomas
- Estornudos
- Rinitis aguda o coriza
- Picazón en los ojos o la nariz
- Ojos lagrimeantes y rojizos
- Falta de aire debido al agravamiento del asma
Tratamiento
- El uso de medicamentos que controlan los síntomas nasales y oculares.
- Someterse a inmunoterapia, popularmente conocida como vacuna antialérgica.
Prevención
- Aplicación de un antihistamínico, antes de la actividad física.
- Aplicación preventiva de corticoides tópicos (esos sprays nasales), inhalatorios o antialérgicos vía oral antes das actividades físicas.
Cómo evitarlo
Como el polen se esparce en el aire, no hay mucho que hacer para evitar el contacto, a no ser evitar los entrenamientos cerca de flores y gramíneas.
Reacción alérgica al polen de las flores y gramíneas que se esparce por el aire durante la primavera”
La llegada de la primavera es sinónimo de salir a correr y caminar por los parques y calles pobladas de árboles de las grandes ciudades. Es también sinónimo de problemas para los alérgicos al polen, ya que en esa época de inicia el florecimiento de la mayoría parte de las plantes. Según los especialistas, el contacto con la finísima capa de polvareda que vuela desde las flores y, sobre todo, de las gramíneas origina un proceso de alergia llamada polinosis. “Cerca del 12% de las personas tiene alergia al polen, la polinosis, llegando hasta el 25% en las regiones donde la plantación de gramíneas ocupa extensas áreas”, alertó Nelson Rosário, director de la Asociación Brasileña de Alergia e Inmunopatología.
En general, el polen es leve y, transportados por el viento, en una concentración de entre 10 y 50 granos por m³ de aire, pueden causar problemas respiratorios, que van desde simples estornudos hasta picazones insoportables y asma bronquial.
Nariz drenando, picazón en los ojos y en la nariz, falta de aire debido al agravamiento del asma son síntomas de las crisis de la polinosis, lo que puede comprometer el desempeño del corredor. Como el polen se expande por el aire, no hay mucho que hacer para evitar el contacto. La solución es someterse a un tratamiento con medicamento antihistamínicos que, consumidos antes de la actividad física, bloquean la reacción alérgica de la polinosis. O, si no, someterse a la inmunoterapia, popularmente conocida como vacuna antialérgica, que consiste en la inoculación del extracto diluído del polen.
Algo más sobre los enemigos
Eventualmente, la polinosis puede evolucionar hacia otro (y más grave) tipo de alergia: la anafilaxia, también desencadenado por la actividad física. En ese caso, los síntomas más característicos son “carozos” rojizos que pican, dan sensación de calor y hormigueo, molestia respiratoria y, en las reacciones más agudas, hasta asfixia, con el cierre de la glotis. Existe, además, una tercera forma de alergia que alcanza a las personas que practican actividad física, llamada urticaria colinérgica. “Cuando una persona corre, aumenta la temperatura interna del cuerpo, lo que libera una sustancia en la piel que desencadena esa alergia, cuyos síntomas son manchas rojizas y picazón en la palma de la mano, en el pescuezo y en el pecho”, cuenta el dr. Nelson Rosario.
Reacción exagerada
Vale aclarar lo que pasa con nuestro cuerpo durante el proceso alérgico. “Se trata apenas de una reacción exagerada del sistema inmunológico contra una sustancia que potencialmente no es agresiva”, explica el alergista. Traduciendo: aunque un grano de polen sea un enemigo implacable y peligroso, las defensas de nuestro cuerpo lucharán con bravura para combatirla.