Un estudio llevado a cabo por The Upshot -emprendimiento del New York Times que une bases estadísticas a contenido periodístico- mostró que quienes usan las zapatillas de la línea Nike Vaporfly corre, en promedio, de 4 a 5% más rápido en relación a quienes usan calzados convencionales. Al compararlos con los calzados más veloces después de las súper zapatillas, la diferencia se acerca al 3%, disparando la pregunta: ¿ Su tecnología proporciona, de hecho, ventajas desleales a quienes los utilizan?
La línea Vaporfly, que nació con los estudios desarrollados para el proyecto Breaking2, tiene como uno de sus principales atributos de performance una placa de carbono en la entresuela, lo que ayudaría a impulsar a los corredores hacia adelante en cada zancada. el último modelos lanzado fue el Vaporfly Next%, que entró en abril al mercado.
Las Vaporfly, en la mira
En la investigación hecha por el diario estadounidense, los números que comparan zapatillas convencionales con las súper zapatillas sugieren que, de hecho, existe una discrepancia significativa entre los rendimientos que ellos proporcionan. Este es el segundo análisis estadístico del NY Times sobre el uso del calzado -cuenta con más del doble de datos en relación al anterior y otorga aún más ventaja a los Vaporfly por sobre el resto.
Los datos utilizados en el estudio provienen de Strava, la app que registra los desempeños en entrenamientos y competencias de sus usuarios. Más del 25% de las carreras incluyen la información de las zapatillas usadas durante el recorrido, con resultados de 577 mil maratones y 496 mil medios maratones en decenas de países, entre abril de 2014 y diciembre de 2019.
El porcentaje de hasta 5% de ventaja puede parecer pequeño, sin embargo es más que significativo: para un maratonista que alcanza la línea de llegada en aproximadamente tres horas, la ganancia de performance puede llegar a seis minutos. Para un maratonista que hace los 42K en cuatro horas, pueden ahorrarse hasta ocho minutos.
La promesa de mejoría en la performance y los buenos resultados hicieron que los calzados de la línea Vaporfly ganasen popularidad en todo el mundo, entre atletas amateurs y profesionales.
Aún no existe un dictamen oficial si las zapatillas en cuestión otorgan lo que se llama de “dóping tecnológico”. La interpretación de la World Athletics es imprecisa respecto a eso, ya que el libro de reglas muestra el siguiente trecho: “Las zapatillas no deben ser proyectadas para dar a los atletas cualquier tipo de ventaja o ayuda desleales”. No existe especificación de qué tipo de ventaja estaría fuera de las normas de la Asociación.
Palabra de Nike
Al ser cuestionada por el New York Times sobre su producto, desde Nike se manifestaron por medio de su portavoz, alegando que el calzado atiende todas las reglas de la World Athletics y que no hacen falta inspecciones futuras o cualquier tipo de aprobación.
La semana pasada, la multinacional americana dio la siguiente declaración: “Nosotros respetamos a la IAAF (antigua World Athletics) y el espíritu de sus reglas, y nosotros no producimos cualquier zapatilla de running que retorne más energía de lo que surge del propio corredor”, dijeron.
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