Nada irrita más a un atleta que quedarse sin entrenar o sin enfrentar un desafío importante por causa de una lesión. Hay algunos datos clave para que esto no suceda que muchas veces son pasados por alto, y ahí está el error, del cual no podremos volver después. Uno de ellos es la elección de la zapatilla adecuada, la que mejor se ajusta a nuestro pie, nuestra fiel compañera.
Al igual que un buen programa de preparación y respetar los períodos de descanso, elegir un calzado de buena calidad es esencial para disminuir la probabilidad de lesiones y, por ende, para evitar perdernos aquellos eventos a los cuales les dedicamos tanto tiempo y esfuerzo. Siempre se puede dar con aquel modelo versátil y funcional que nos ayude a ser nuestra mejor versión cada día.
A continuación, destacaremos algunas características fundamentales a la hora de elegir las nuevas zapatillas. Primero y principal, el modelo adecuado precisa tener una buena flexibilidad. Eso ayudará a evitar inflamaciones en el tendón de Aquiles, una de las regiones más vulnerables de quienes invertimos el tiempo libre en kilómetros y kilómetros de pasos sobre el asfalto, amantes del running y del fitness.
Otro de los factores principales es la amortiguación, ya que ayuda a reducir el impacto producido por el peso del cuerpo sobre las articulaciones. Además de aumentar el confort al correr, un par de zapatillas que tenga una buena capacidad de amortiguación disminuye considerablemente la incidencia de las lesiones en la rodilla, la región del cuerpo más afectada por el impacto.
Por su parte, una estabilidad superior ayuda a controlar la tendencia que muchos atletas tienen de pisar hacia adentro o hacia afuera, además de evitar tropezar o lastimarnos debido a los desniveles de la calle, por ejemplo. El síndrome patelofemoral, popularmente conocido como “rodilla de corredor”, puede ser causado por el uso de zapatillas sin estabilidad y amortiguación.
Y claro, si a todo eso le agregamos una estética impecable, aquella zapatilla bonita que cuando no estamos corriendo nos dan ganas de correr, de entrenar y de ser mejores que ayer, siempre puede servir como incentivo.
Por último, recordar que hasta los mejores modelos del mercado precisan ser renovados por causa del desgaste normal de sus componentes. Las zapatillas deportivas, dependiendo de varios factores, generalmente duran entre 400 y 700 kilómetros. Después de eso, comienzan a perder su funcionalidad y hacen tu andar más peligroso.
No importa cuál es el deporte que te apasiona, el running te ayuda a ser mejor en todos. Por eso, nada mejor que hacerlo con un calzado que te garantice liberdad de movimiento, confort y estilo.